Una Experiencia Transformadora
Desde hace 2 años tenía un dolor molesto en la zona del coxis, que fue incrementándose y extendiéndose por la zona de glúteos, sacro y lumbares. Ascendió por la espalda e incluso llegó hasta las cervicales. Tras pasar por muchos fisios, el médico de cabecera, traumatología, reumatología, antinflamatorios, resonancias, ecos… descubrí la fisioterapia de Suelo Pélvico. Tardé varios meses en decidirme a ir porque lo desconocido asusta.
Pero gracias a Sara empecé a tomar conciencia de mi suelo pélvico, a sentir que la vulva era una parte más de mi cuerpo, a mirarla, redibujarla, relajarla. Empecé a prestar atención a mis relaciones sexuales, a escuchar al cuerpo, a saber cómo funciona el dolor y que realmente puede llegar a desaparecer. Gracias de nuevo por acompañarme en este proceso, por tu profesionalidad y tu calidez.